domingo, 23 de enero de 2011

Aguirre la ira del PRI, crónica de un cierre electoral en Acapulco


Misael Habana de los Santos

Un ángel de piernas largas como la cuaresma, alas de algodón de azúcar, cabellera negra como las penas de amor, un short minúsculo que deja soñar un empeine alto como el monte de Venus, se retuerce y mueve el culo al ritmo de “arrempújala” de los Karkis, creo que así se escribe el nombre de este grupo musical que altera la gramática no solo al escribir sino también a la hora de ingresar a la fonética; mientras un diablo negro como la noche en el sempiterno verano acapulqueño se entrega a la angélica representación.

La imagen podría parecer caprichosa, recurrente, preñada de sensualidad, y lo es. Se repitió a lo largo de noventa días con todas sus noches, en la montaña, en la sierra, en la costa, en Rena o Zapata y acompañó ese periplo que fue la búsqueda del voto del candidato ciudadano impulsado por la Coalición Guerrero Nos Une, Ángel Aguirre Rivero.

El ángel y el diablo, esa dualidad que discurre entre el bien y el mal, no solo fue acto reflejo del imaginario colectivo guerrerense ante esta elección, fue también la manera simbólica de representar lo que estaba en juego en este ejercicio ciudadano que serán las elecciones del próximo 30 de enero: la lucha entre el bien y el mal, el día y la noche, el demontre y el espíritu celeste; la fantasía del cine: Shuky contra Ángeles y Querubines.

Esto sucedía en la plaza, Zócalo, Costera, Malecón, mientras dos serpientes compuestas por miles de humanos se arrastran hasta la plaza principal, donde más de 25 mil ya esperan al candidato de las izquierdas. Los Karkis hacen mover a los que esperan como los enamorados de Sabines.

La serpiente humana sigue su paso hacia el zócalo y se compacta en una masa de 60 mil, 70 mil, 80 mil gargantas que le dicen “jefazo” al candidato de la izquierda; le gritan Shuky, chaparrito, megalómano, mentiroso, rata, y una infinidad de calificativos al candidato de la Coalición Tiempos Mejores, Manuel Añorve Baños, al priista mas vilipendiado que se recuerde después de Rubén Figueroa Alcocer, repudio construido en tan solo 18 meses de gobierno a su paso por la comuna acapulqueña.


Por fin los karkis vencen a Lady Gaga, la música vernácula dobla al fenómeno de los mass medias que difunde el sonido local como si fuera una estación de radio que invita a votar por el aliancista amarillo, naranja y rojo. Y se prende la gente que viene de todos lados, Atoyac, Técpan, Cruz Grande, de La Venta que son declaradas por el maestro de ceremonias “soldados de Ángel Aguirre”.

Desde los edificios cercanos se asoman los ondeantes colores amarillos. En el templete ya podemos ver algunas personalidades de la izquierda, por un lado, Ranferí Hernández Acevedo, por otro, el jefe de gobierno del DF, Marcelo Ebrard; el primero se oponía a la candidatura de Aguirre Rivero, el segundo lo apoyó desde siempre.

Entre los sin nombres, sin pompas, sin más ganas que gritar y echarle madres al PRI y su historia de depredación social en Guerrero, una mujer gorda, la antítesis de la priista y siliconada Galilea Montijo (“no tiene talento pero tiene otra cosas…”, con respeto a Willie Colon) con mas cerebro que los próceres del espectáculo que gustan al candidato del PRI, expresa con desbordante simpatía porque apoya a Aguirre Rivero.

La gente le grita “Jefazo”, lleva playeras con esa palabra que tanto impacto tuvieron pos debate, un gancho al hígado aguirrista a la minúscula figura del candidato priista; las porras no son menos festivas y detractoras contra quien ya identifican con el mal.

Y a la hora del discurso los mensajes esperanzadores vienen de Aguirre “por eso este 30 de enero ni un paso atrás: o acudimos al exterminio caciquil de los que se sienten dueños de Guerrero o aceptamos la instauración de la violencia, la represión y el engaño como forma de gobierno”.

Mensaje encriptado que se abre para describir el repudio generalizado. La gente sigue gritando: el PRI está temblando, Chuky está temblando. Y habla de la campaña más sucia que se haya desarrollado en la entidad en las ultimas elecciones, la realizada por Añorve contra a quien antes llamaba su “Jefazo”.

“No comprenden que sus acciones los descalifican como hombres, como seres humanos que ambicionan el poder público a cualquier costo, aún por encima del respeto a los demás y por encima incluso de la vida humana”, expresa la grave voz del líder.

Al final, después del discurso político, el Aguirre que gusta a la gente del pueblo; el simpático, dicharachero, medio alburero, versador, declamador… Hay alegría y todo indica que este arroz ya se coció a pesar de las amenazas del fraude, violencia y más de lo que hemos visto en los últimos días y que harán que la gente recuerden para siempre a quien a través del miedo, el terror, la censura, la corrupción pretendió llegar al gobierno de Guerrero.

5 comentarios:

  1. NO CABE DUDA...EN GUERRERO EXISTE LA CONFIANZA DE QUE AHORA SI HABRA UN NUEVO Y MEJOR GOBIERNO...

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  2. la victoria es para los que no se atemorizan o se doblan ante el mas minimo movimiento de olas bravas.GUERRERO QUIERE UN ANGEL.

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  3. Angel Aguirre Rivero sera el proximo gobernador del estado de guerrero.

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  4. Salgamos todos a votar para ponerle en su madre al choky,figueroa a beast-riz paredes,al costeño,al narco de joan sebastian y al pendejo de jorge campos

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  5. Me extraña que tu con el gran criterio que tienes y la capacidad de conocer a las personas con los fraudes, aun asi apoyes a ¿ Un priista Perredista ? esperemos que este sea el mesias de la costa y no sea a costa del mesias lo que nos pase en guerrero, un abrazo Misael

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